JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ Jefe de Gobierno de España — Deuda como porcentaje del PIB: 66% — Tasa de interés de bonos de deuda a 10 años: 4,98% — Credit Default Swap*: 375,6 pb — Crecimiento II trimestre: 0,2%
La incertidumbre sobre el futuro del euro y las duras condiciones para los países con economías vulnerables que requieren nuevos paquetes de ayuda para mantenerse en la Eurozona serán temas centrales de la agenda de septiembre, cuando, además, se reintegrarán los líderes políticos a sus Parlamentos, luego de las vacaciones de verano.
Las últimas semanas se ha avivado el fuego sobre la inestabilidad económica en más de una decena de países de la Unión que se han convertido en los 'patitos feos'. Incluso, nuevos rumores sobre dificultades en el pago de la deuda en algunos países fuertes aumentan la desconfianza de los inversionistas y provocan esquizofrenia en los mercados.
Los próximos días tampoco serán tranquilos. A mediados de septiembre se conocerán los resultados de los planes de austeridad adoptados por Grecia e Irlanda, mientras Portugal tendrá que refrendar en su Parlamento la decisión de hacer fuertes recortes para reducir el déficit fiscal.
Incluso, el regreso de los políticos a los Parlamentos podría convertirse en más leña a la hoguera pues crece la inconformidad frente al efecto social que tendrá una dura política de 'ajuste del cinturón', en unos casos, mientras que otros están en desacuerdo con el abultado monto que tendrán que pagar por rescatar las economías más débiles.
Pero la incógnita no resuelta es ¿cuál será el futuro del euro? No hay consenso sobre lo que debe ocurrirle a la moneda adoptada en 2002 por 17 estados de la Unión Europea. Mientras algunos analistas creen que la mejor opción para las economías débiles es retirarse de la Eurozona para 'poner la casa en orden', hay quienes consideran que ese sería un remedio peor que la enfermedad.
Mauricio Rodríguez Múnera, embajador de Colombia en el Reino Unido, explica que el problema es de tal dimensión en los países de la Eurozona, que no hay otra opción que solucionarlo. "La Unión Europea no va a echar por la borda tantos años de unión. Si bien es muy costoso salvar el euro, sería más costoso arrojarlo a la caneca", asegura.
Lo cierto es que tras varias cumbres, estudios, préstamos y operaciones de salvamento, las autoridades europeas no han logrado despejar las dudas que se ciernen sobre las economías de Grecia, Irlanda y Portugal y, antes bien, han tenido que enfrentar nuevos ataques especulativos sobre países como España, Italia y Bélgica. Esto ha llevado a muchos analistas a apostar por los pocos días que le quedan al euro. Algunos indicadores económicos muestran claramente que la situación es compleja, sobre todo si se toma como referente a Alemania, la economía más fuerte de la Eurozona, que hasta ahora ha probado estar blindada frente a la crisis. La pregunta de fondo es si la Unión resistirá esta nueva crisis.
Crece el temor mundial sobre el futuro del euro. Estos son los seis países de la Unión Europea con mayores problemas económicos y financieros.
Luego del verano ardiente que acaban de vivir los países de la Unión Europea –no solo por las altas temperaturas que sofocaron los días de agosto, sino también por la profundización de la crisis de deuda en algunos de ellos– septiembre no parece un mes más despejado.La incertidumbre sobre el futuro del euro y las duras condiciones para los países con economías vulnerables que requieren nuevos paquetes de ayuda para mantenerse en la Eurozona serán temas centrales de la agenda de septiembre, cuando, además, se reintegrarán los líderes políticos a sus Parlamentos, luego de las vacaciones de verano.
Las últimas semanas se ha avivado el fuego sobre la inestabilidad económica en más de una decena de países de la Unión que se han convertido en los 'patitos feos'. Incluso, nuevos rumores sobre dificultades en el pago de la deuda en algunos países fuertes aumentan la desconfianza de los inversionistas y provocan esquizofrenia en los mercados.
Los próximos días tampoco serán tranquilos. A mediados de septiembre se conocerán los resultados de los planes de austeridad adoptados por Grecia e Irlanda, mientras Portugal tendrá que refrendar en su Parlamento la decisión de hacer fuertes recortes para reducir el déficit fiscal.
Incluso, el regreso de los políticos a los Parlamentos podría convertirse en más leña a la hoguera pues crece la inconformidad frente al efecto social que tendrá una dura política de 'ajuste del cinturón', en unos casos, mientras que otros están en desacuerdo con el abultado monto que tendrán que pagar por rescatar las economías más débiles.
Pero la incógnita no resuelta es ¿cuál será el futuro del euro? No hay consenso sobre lo que debe ocurrirle a la moneda adoptada en 2002 por 17 estados de la Unión Europea. Mientras algunos analistas creen que la mejor opción para las economías débiles es retirarse de la Eurozona para 'poner la casa en orden', hay quienes consideran que ese sería un remedio peor que la enfermedad.
Mauricio Rodríguez Múnera, embajador de Colombia en el Reino Unido, explica que el problema es de tal dimensión en los países de la Eurozona, que no hay otra opción que solucionarlo. "La Unión Europea no va a echar por la borda tantos años de unión. Si bien es muy costoso salvar el euro, sería más costoso arrojarlo a la caneca", asegura.
Lo cierto es que tras varias cumbres, estudios, préstamos y operaciones de salvamento, las autoridades europeas no han logrado despejar las dudas que se ciernen sobre las economías de Grecia, Irlanda y Portugal y, antes bien, han tenido que enfrentar nuevos ataques especulativos sobre países como España, Italia y Bélgica. Esto ha llevado a muchos analistas a apostar por los pocos días que le quedan al euro. Algunos indicadores económicos muestran claramente que la situación es compleja, sobre todo si se toma como referente a Alemania, la economía más fuerte de la Eurozona, que hasta ahora ha probado estar blindada frente a la crisis. La pregunta de fondo es si la Unión resistirá esta nueva crisis.
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